Enfermedades psicosomáticas
Las enfermedades psicosomáticas hacen alusión a enfermedades físicas donde los factores psicológicos contribuyen al origen, mantenimiento e incremento de la dolencia. Es decir, los síntomas o molestias no encajan con las posibles causas médicas y pueden ser considerados como la manifestación física de problemas psicológicos o emocionales.
Dicho de otra manera, construcciones psicológicas como la preocupación, la ansiedad o el bajo estado de ánimo influyen en el estado físico de la persona, generando los síntomas o agravando los ya presentes y deteriorando notablemente el funcionamiento en diferentes áreas de la vida (social, laboral, académica…).
Algunas de las dolencias más destacables son:
- Alergias e intolerancias.
- Hipertensión, arritmias, infartos
- Tumores benignos y malignos
- Colon irritable, molestias estomacales, náuseas, vómitos.
- Asma bronquial, rinitis alérgica.
- Diabetes, hipertiroidismo.
- Desórdenes menstruales, infecciones de orina.
- Dermatitis, psoriasis, eccemas, urticaria.
- Cefaleas, migrañas, fibromialgia.
¿En qué consistirá el tratamiento?
En primer lugar, haremos varias entrevistas para conocer la naturaleza y características de tu situación. Me centraré en tu motivo de consulta, la intensidad del problema y las repercusiones en los diferentes ámbitos de tu vida. Así mismo, llevaré a cabo una valoración de la sintomatología actual (enfermedades o síntomas físicos) que te estén generando malestar.
Realizaremos un análisis pormenorizado que te permita conocer y entender lo que origina o agrava los síntomas físicos.
La enfermedad psicosomática se produce o se intensifica como consecuencia de la activación de redes neurales asociadas a vivencias complicadas del recorrido vital de la persona, que no han podido ser asimiladas o registradas adecuadamente. Estas vivencias y memorias quedan en el psiquismo, produciendo distintos estados emocionales de malestar expresados a través del síntoma físico.
A partir de la identificación de estos disparadores, analizaremos la dinámica intrapsíquica que ha otorgado el poder necesario a estos estímulos para dar lugar a la aparición o agravamiento de enfermedades biomédicas.
Realizaremos una exploración sobre el recuerdo al que se accede a través de dichos disparadores, con capacidad para activar mecanismos de alerta desproporcionados.
De esta forma, se irá produciendo la integración de distintos tipos de memoria: la semántica (localizada en la amígdala, encargada del archivo de las emociones) y la episódica (ubicada en el hipocampo, centrado en el archivo de los relatos).
La eficacia del proceso psicoterapéutico está ligada a un estilo de vinculación paciente-terapeuta que genere confianza, seguridad y apertura, reduciendo los estados de alerta de la persona durante la sesión. Ello facilitará la revisión de recuerdos del pasado, permitiendo una reelaboración y un reprocesamiento de dichas experiencias que propiciará el cese de las enfermedades psicosomáticas.